domingo, 13 de febrero de 2011

Seria advertencia a los promotores de la eutanasia.


Michael Cook edita un boletín en el que recoge noticias bioéticas de todo el mundo y las publica en su web http://bioedge.org/. Una de ellas impacta especialmente pues anuncia que ha finalizado la investigación por la muerte de una niña de dos años, Maia, que murió ahogada en una piscina hinchable el 3 de diciembre de 2007 en Sydney. Sus padres, Pablo Comas y Samantha Razniak, de 36 y 31 años, habían recibido tres meses antes la información de que su hija Maia padecía el síndrome de Rett, un trastorno que provoca graves discapacidades físicas e intelectuales.