Era lógico que sucediera lo que les voy a contar. Las personas nacidas por FIVET, que no conocen a su padre y han sido privados de ello, exigen un derecho que razonablemente les corresponde, tener un padre conocido. La actual disposición del anonimato en la donación de gametos desaparecerá si, personas como la periodista canadiense Olivia Pratten, de 28 años, trabajan para poner fin a un régimen de anonimato de los donantes y que los niños de FIV puedan contactar y conocer a sus padres biológicos. No hay nada como padecer una injusticia para hacerse sensible al problema.
La Sra. Pratten solicita que los niños nacidos de la FIV sean tratados como los niños adoptados en el estado de Columbia Británica en Canadá. A ellos se les permite acceder a la información sobre sus padres biológicos y solicita que los donantes puedan ser identificados y conocidos por sus hijos. Resumiendo, que quien sea donante de gametos pueda ser identificado por su hijo.
