domingo, 1 de febrero de 2009

Mary Ann Glendon deja Roma


Mary Ann Glendon, embajadora de los EE.UU. en Roma bajo el mandato de George Bush y profesora de Derecho en la Universidad de Harvard, ya ha hecho las maletas para volver a su país. Antes de su partida ha realizado unas declaraciones sobre el estado actual de los derechos humanos en Occidente: “Es lamentable decir que cuanto más ha mostrado su fuerza la idea de los derechos humanos, más intensa ha sido la lucha por capturar ese poder para diversos fines, de los cuales no todos respetan la dignidad humana. Los ideales basados en los derechos humanos están bajo el asalto directo de relativistas culturales y filosóficos que niegan que todos los valores son universales. Al mismo tiempo, están siendo minados indirectamente con la escalada de la exigencia de nuevos derechos, la difusión de enfoques selectivos del núcleo común de los derechos básicos, interpretaciones hiperindividualistas de los derechos, y el completo olvido de la relación entre derechos y responsabilidades”...


En bioética es quizás dónde más se observa este relativismo cultural en nombre de los derechos humanos. Todos los bioéticos partimos de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DD.HH) de 1948, pero la leemos de formas muy diferentes. Si los dd.hh. y la dignidad humana no son valores universales e intrínsecos a cada ser humano, el caos está servido. Cualquier deseo o criterio arbitrario inconexo con la realidad se convierte así en derecho, olvidando las responsabilidades del hombre sobre sus semejantes. Por esto no se equivoca Marie Ann Glendon al afirmar que “a la lucha por la libertad y dignidad humanas le queda un largo camino”.
En la misma línea de las responsabilidades, Manoel de Oliveira, director de cine centenario, ha declarado en La Contra de La Vanguardia (31/01/09) que “lo que salvaría al mundo es algo simple: el respeto al otro”. Comulgo con esta magnífica idea, pues nuestro mundo necesita redescubrir la idea de respeto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario