miércoles, 11 de marzo de 2009

De la ley de plazos a la abolición de la objeción de conciencia (22-11-2008)



Artículo publicado en Análisis Digital

Los médicos y enfermeras australianos no podrán recurrir al derecho de objeción de conciencia médica ante el aborto por una ley recién aprobada. Es una primicia mundial: una ley obliga a médicos y a enfermeras a participar en abortos, aún contra su conciencia. Si se niegan a realizar abortos, de momento no irán a la cárcel, pero se les retirará la licencia para ejercer. ¿Qué está pasando? Los hechos demuestran que hemos pasado en poco tiempo de la voluntad de diálogo y tolerancia a la imposición de actos que toda conciencia, si reflexiona, puede rechazar por moralmente ilícitos; de buscar la verdad, a ir en contra de la verdad, apoyándose en nuevas e injustas leyes. Australia es la tierra de Peter Singer, un influyente bioético utilitarista en sus ideas, porque atribuye derechos humanos a animales y ordenadores pero se los niega a niños enfermos y a ancianos dementes. Su postura a favor del aborto y la eutanasia es mundialmente conocida...



Australia está en la antípoda geográfica de Cataluña aunque soplan los mismos vientos legales. Aquí también se preparan las aboliciones a la objeción de conciencia. El Comité Consultivo de Bioética de la Generalitat (CCBC), ─que dicho sea de paso, muchos de sus miembros tienen su sillón en el recién creado Comité de Bioética de España,─ en el anexo al Informe sobre la interrupción voluntaria de la gestación, en la página 34 y siguientes, propone: “Sean cuales sean las creencias de cada uno, debe recordarse que en un estado de derecho, el ordenamiento jurídico vincula a todo el mundo sin excepción”; “La administración no puede permitir que los intereses personales de los profesionales, en forma de conciencia, obstaculicen el servicio debido ─el aborto─ a los ciudadanos que dicha administración tiene obligación de garantizar”; “La posibilidad de objetar en conciencia puede topar con otros derechos fundamentales que deben garantizarse a todas las personas”; “El personal sanitario objetor se encuentra con que como individuo, debe permanecer fiel a sus creencias, pero, como ciudadano, está obligado a acatar la ley”. ¿Cuánto tiempo tardarán en eliminar la objeción de conciencia al aborto? Su eliminación será la consecuencia para aplicar la brutal nueva ley de plazos.

Tanto este Informe como la propuesta de despenalización del aborto por parte del Gobierno y el CCBC es la respuesta dura e inhumana a la demanda interpuesta por e-cristians al Dr. Carlos Morín por el incumplimiento de la Ley Orgánica 9/1985, art. 417 que sigue penalizando el aborto. Se habla de “inseguridad jurídica” de los abortistas, cuando lo que ha pasado ha sido por negligencia del Estado y la postura a favor de la promoción y el negocio privado de los abortos. Con miles de abortos ilegales a sus espaldas, la respuesta del Gobierno y su Comité de Bioética es una ley de plazos, que desprotege totalmente al feto, y la abolición de un derecho fundamental a la objeción de conciencia sanitaria.

El Informe mencionado parte de una falsedad: el aborto como un derecho fundamental, ante el que no cabe objeción de ningún tipo, ya que el derecho a abortar conlleva el deber de realizarlo. La aprobación de la ley de plazos llevará a la abolición de la objeción de conciencia del médico, aunque topará con una realidad distinta a la que contempla el Informe: sólo el 2,51% de abortos en el 2006 se practicaron en la red pública, según datos del Ministerio de Sanidad. El resto, 99.044, se practicaron en las clínicas privadas. Es evidente que esto de los abortos no va con los médicos, que es algo de unos pocos.

Estamos ante un totalitarismo antidemocrático de los pro-choice bajo el amparo de una irrazonable e interesada bioética que dice lo que el Gobierno quiere escuchar. La ley de la fuerza para imponer a los demás su errada concepción de las libertades que deja por el camino desolación, cadáveres inocentes y ruina moral. ¿Cuándo haremos algo?

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